Efectos a largo plazo del ayuno intermitente en la salud cardiovascular
El ayuno intermitente ha ganado popularidad como estrategia para perder peso y mejorar la salud del corazón. Sin embargo, un estudio reciente arroja luz sobre posibles riesgos a largo plazo.
Ayuno intermitente y riesgo cardiovascular
El ayuno intermitente, que implica restringir la alimentación a una ventana de 4 a 12 horas diarias, ha sido objeto de debate en términos de sus beneficios y riesgos para la salud. Según un estudio con más de 20.000 adultos, aquellos que limitan su ingesta alimentaria a menos de 8 horas al día tienen un 91% más de probabilidades de morir por enfermedad cardiovascular en comparación con los que extienden su consumo a entre 12 y 16 horas diarias.
Hallazgos del estudio y conclusiones
El estudio, presentado en las Sesiones Científicas 2024 sobre Estilo de Vida y Cardiometabolismo, reveló resultados preocupantes. Según Víctor Wenze Zhong, autor principal del estudio, este ayuno podría no ser tan beneficioso como se creía inicialmente. Aunque se ha promovido como una forma efectiva de perder peso y mejorar la salud cardíaca, los efectos a largo plazo aún son poco claros.
Impacto en la mortalidad cardiovascular
Durante la investigación, se analizaron datos de patrones dietéticos y mortalidad entre 2003 y 2019 en los Estados Unidos. Los resultados indicaron que las personas que practicaban ayuno intermitente con menos de 8 horas de alimentación diaria mostraron un riesgo significativamente mayor de morir por enfermedades del corazón, incluso en aquellos con condiciones preexistentes como enfermedad cardiovascular o cáncer.
Consideraciones finales
A pesar de los posibles beneficios para la pérdida de peso, restringir la ventana de alimentación podría tener implicaciones graves para la salud cardiovascular a largo plazo. Según Zhong, los resultados destacan la necesidad urgente de más investigaciones para comprender mejor los efectos del ayuno intermitente en diferentes grupos poblacionales y condiciones de salud.
En resumen, mientras el ayuno intermitente continúa siendo estudiado por sus potenciales beneficios, es crucial considerar su impacto completo en la salud cardiovascular antes de adoptarlo como práctica habitual.