Los micofármacos como aliados contra el cáncer

Los micofármacos, una innovación esperanzadora

El aumento en los casos de cáncer a nivel mundial ha impulsado la búsqueda de alternativas terapéuticas más seguras y efectivas. Los micofármacos, derivados de hongos medicinales, han sido propuestos como una solución complementaria prometedora. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo en 2020 se registraron 10 millones de muertes y 19.3 millones de nuevos casos de cáncer, siendo los tipos más comunes el de mama, pulmón, próstata y colorrectal.


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Qué son los micofármacos

El cáncer ocurre cuando las células del cuerpo comienzan a multiplicarse sin control, formando tumores y propagándose. Actualmente, los tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia generan efectos secundarios significativos, lo que afecta la calidad de vida de los pacientes. En este contexto, los micofármacos han sido investigados como una terapia coadyuvante para fortalecer el sistema inmunológico y mitigar estas molestias.

Principales hongos medicinales en oncología

Numerosos estudios respaldan el uso de hongos medicinales como tratamientos complementarios en oncología. Algunos de los más destacados incluyen:

  • Lentinula edodes (shiitake): De este hongo se obtiene el lentinano, un polisacárido con actividad antitumoral y moduladora del sistema inmunológico.
  • Trametes versicolor (cola de pavo): Contiene PSP y PSK, polisacáridos proteicos que han demostrado efectos inmunomoduladores.
  • Ganoderma lucidum (reishi): Conocido como el «hongo de la inmortalidad», aporta beta-glucanos y ácidos ganodéricos, compuestos bioactivos utilizados como coadyuvantes.
  • Agaricus bisporus (champiñón): Su contenido de ácido linoleico ayuda a prevenir el cáncer.
  • Grifola frondosa (maitake): Su fracción D es un proteoglicano que ha mostrado propiedades anticancerígenas.

Uso seguro y consideraciones

Aunque los micofármacos han sido aprobados como tratamientos complementarios en países como Japón y China, es importante considerar que la evidencia aún es preliminar. Su uso empírico o basado en la medicina tradicional debe ser evaluado cuidadosamente, ya que podrían presentarse efectos secundarios no documentados.


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El futuro de los micofármacos

La investigación clínica exhaustiva es esencial para validar la seguridad y eficacia de los micofármacos en tratamientos oncológicos. Estos compuestos ofrecen una esperanza para mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero su implementación requiere bases científicas más sólidas.

Agradecimiento: Este trabajo cuenta con el apoyo de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI) y el Proyecto FORDECYT-PRONACES 263959.

SourceCronica

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