Factores que afectan tu metabolismo
Bajar de peso no siempre es tan sencillo como hacer ejercicio y llevar una alimentación saludable. Muchas personas siguen estas recomendaciones, pero no logran ver resultados. Esto puede deberse a ciertos hábitos cotidianos que ralentizan el metabolismo y dificultan la pérdida de peso.
Estrés y falta de sueño
El estrés y la falta de descanso pueden alterar las hormonas del hambre y la saciedad. Cuando el cuerpo experimenta altos niveles de estrés, se produce un aumento de cortisol y grelina, lo que incrementa el apetito y genera antojo de carbohidratos. A su vez, se reduce la leptina, la hormona que indica al cerebro que estamos saciados.
Para contrarrestar este efecto, se recomienda priorizar un sueño reparador y practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
Uso frecuente de antihistamínicos
El consumo habitual de antihistamínicos ha sido vinculado con el aumento de peso. Un estudio de la Universidad de Yale sugiere que estos medicamentos pueden afectar el apetito y reducir la actividad física. Por ello, es recomendable consultar con un médico antes de usarlos de manera prolongada y buscar alternativas si es posible.
Porciones más grandes de lo necesario
Comer más de lo que realmente se necesita puede ser un obstáculo para la pérdida de peso. Investigaciones de la Universidad de Liverpool han demostrado que, incluso si se trata de alimentos saludables, las porciones excesivas contribuyen al aumento de peso.
Además, muchos productos envasados contienen porciones engañosas, etiquetadas como «individuales» cuando en realidad pueden equivaler a dos o tres porciones reales. Leer detenidamente las etiquetas nutricionales ayuda a evitar este problema.
Comer en horarios irregulares
Los horarios de comida influyen en la capacidad del cuerpo para procesar y almacenar energía. Un estudio del Hospital Brigham & Women’s en 2017 encontró que comer cerca de la hora de dormir puede aumentar la acumulación de grasa. Esto se debe a la acción de la melatonina, que altera el metabolismo nocturno.
Además, saltarse comidas puede generar un efecto contrario al deseado, provocando hambre descontrolada y un mayor consumo de calorías en la siguiente comida. Establecer horarios regulares y equilibrados favorece la pérdida de peso y mejora el metabolismo.
Conclusión
Si después de cambiar tu alimentación y hacer ejercicio no logras bajar de peso, revisar estos hábitos podría marcar la diferencia. El estrés, el uso de ciertos medicamentos, el tamaño de las porciones y los horarios desordenados pueden estar afectando tus resultados. Hacer pequeños ajustes en tu rutina te permitirá alcanzar un peso saludable de manera más efectiva.