Cómo usar la quinoa diariamente

Descubre cómo la quinoa puede proteger tu salud

La quinoa ha dejado de ser un alimento exótico para convertirse en una opción imprescindible en las dietas saludables. Su potencial como alimento funcional ha sido confirmado por investigaciones recientes, que han destacado su capacidad para influir en el sistema inmunológico y prevenir enfermedades metabólicas crónicas, como la enfermedad del hígado graso asociada al metabolismo (EHGAM).


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La quinoa y su llegada a nuestras mesas

En España, la quinoa se hizo popular tras la boda de la infanta Cristina, donde apareció por primera vez en un menú oficial. Desde entonces, su inclusión en la dieta ha sido cada vez más común, respaldada ahora por evidencias científicas sobre sus beneficios para la salud.

Evidencias científicas de sus efectos inmunonutricionales

Un estudio liderado por el Instituto IMDEA Alimentación y la Universidad Internacional de Valencia ha demostrado que los compuestos activos de la quinoa pueden reprogramar el sistema inmunológico. Entre estos compuestos destacan la fracción proteica de bajo peso molecular (PBPM) y su extracto lipídico (qLF), que han sido vinculados a la mejora de la homeostasis hepática y la regulación de la inmunidad innata.

Estas fracciones han sido observadas modulando de forma positiva las funciones inmunitarias y hepáticas, incluso en contextos de dietas ricas en grasas, lo que podría representar un enfoque innovador en la prevención de enfermedades no transmisibles.

¿Qué beneficios se han observado?

Se ha comprobado que la quinoa:

  • Reduce el riesgo de disfunción hepática.
  • Contrarresta los desequilibrios metabólicos.
  • Favorece la expansión de macrófagos hepáticos, células clave en la regulación energética.
  • Mejora indicadores como la resistencia a la insulina y los niveles de triglicéridos.

Estos efectos se deben principalmente a sus ingredientes bioactivos, como los inhibidores de proteasa tipo serina (SETIs).


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¿Cómo incorporarla en la dieta?

Una opción efectiva ha sido la inclusión de harina de quinoa en el pan (hasta un 20%). Este reemplazo parcial del trigo permite trasladar los efectos inmunonutricionales al consumo cotidiano. No obstante, se ha determinado que los mayores beneficios provienen de fracciones específicas como la PBPM, lo que abre la puerta al desarrollo de alimentos funcionales más precisos y dirigidos.

La quinoa, más allá de ser una semilla milenaria, se consolida hoy como una herramienta potente en la nutrición preventiva y personalizada, transformando nuestra manera de abordar la salud desde la alimentación.

SourceInfosalus

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