Tronarse los dedos: ¿Qué dice la ciencia sobre este hábito?

Un mito popular sin fundamento científico

¿Qué ocurre cuando nos tronamos los dedos?

Muchas personas tienen la costumbre de tronarse los dedos, ya sea por aliviar la tensión, por nerviosismo o por simple placer.

Sin embargo, este hábito suele estar acompañado de una advertencia: tronarse los dedos es malo para la salud, puede causar artritis o deformar las articulaciones.

¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones? ¿Qué dice la ciencia al respecto?

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Lo primero que hay que saber es qué ocurre cuando nos tronamos los dedos.

El sonido que escuchamos no es el resultado de un daño en las articulaciones, sino de una reacción normal del organismo.

Según explica Renata Gregorio Paulos, médica traumatóloga especialista en manos del Instituto de Ortopedia y Traumatología del Hospital das Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (HCFMUSP), el ruido se debe al estallido de las burbujas de aire que se forman en el líquido sinovial.

Este líquido es el encargado de nutrir y lubricar los cartílagos que recubren las articulaciones.

Cuando apretamos o tiramos de los dedos, cambiamos la presión dentro de las articulaciones y hacemos que el aire se libere en forma de burbujas, que al romperse producen el característico chasquido.

¿Qué efectos tiene tronarse los dedos en la salud?

Aunque este fenómeno ha sido muy estudiado por la medicina, las conclusiones distan mucho de la creencia popular.

No hay evidencia científica que demuestre que tronarse los dedos pueda causar artritis, artrosis o engrosamiento de las articulaciones.

De hecho, hay estudios que han intentado probar esta hipótesis con experimentos a largo plazo y no han encontrado ninguna relación entre el hábito y el deterioro de las articulaciones.

Uno de los estudios más famosos fue realizado por el científico y médico estadounidense Donald Unger, quien se tronó los dedos de su mano izquierda al menos dos veces al día durante 50 años, mientras que dejó su mano derecha como grupo de control.

Después de más de 36 000 chasquidos, Unger no encontró ninguna diferencia entre sus dos manos ni ningún signo de artritis o problemas con el líquido sinovial.

Aunque se trata de un caso anecdótico, otros estudios con muestras más amplias han llegado a resultados similares.

Pero si tronarse los dedos no hace daño, ¿hace bien?

Algunos análisis han observado que el rango de movimiento de la articulación aumenta ligeramente después de tronarse los dedos.

Sin embargo, este efecto es temporal y no tiene ninguna repercusión significativa en la salud o el funcionamiento de las articulaciones.

En conclusión, tronarse los dedos es un hábito inocuo que no afecta ni negativa ni positivamente a la salud.

La única precaución que hay que tener es no molestar a las personas que puedan sentirse incómodas con el ruido.

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