Innovación en Investigación Médica
El Inicio de la Experimentación Animal
La experimentación animal ha sido una práctica común en la investigación científica desde los tiempos de los griegos. Galeno, un médico romano del siglo II, es conocido por sus estudios en los que disecaba cerdos y cabras vivas. Desde entonces, el uso de animales para estudiar sus órganos o probar nuevos fármacos y tratamientos antes de que lleguen a los humanos se ha ido expandiendo y universalizando. Estas fases de los estudios preclínicos son indispensables para obtener las aprobaciones regulatorias que permitan poner un nuevo medicamento en el mercado. ¡¿Pero Larvas?!
El Debate Ético
Este avance generalizado ha ido acompañado de un debate igualmente creciente sobre la ética y el trato que se les dispensa a estos animales. Ya en 1655, el fisiólogo Edmund O’Meara tildó este tipo de prácticas como “una tortura miseable”. En 1822, el Parlamento británico fue pionero en promulgar una norma sobre la crueldad contra los animales, promovida por el mismo Charles Darwin, en la que se intentaba poner límites claros a la experimentación con seres vivos.
La Innovación de ZeClinics
En este contexto, surge la startup española ZeClinics, que se centra en el descubrimiento de fármacos utilizando larvas de pez cebra. Este modelo experimental ofrece una alta homología genética y fisiológica con los humanos, permitiendo modelar enfermedades y descubrir fármacos de manera eficaz y económica.
“Además, la larva no se considera un animal, lo que nos permite reducir el número de animales en experimentación farmacéutica,” explica Javier Terriente, Chief of Drug Discovery en ZeClinics.
El Futuro de ZeClinics
“Mi principal motivación siempre ha sido la curiosidad y las ganas de aprender”, confiesa Terriente. En 2013, tras una carrera académica de 12 años, se enfrentó a un punto de inflexión: la independencia científica parecía una meta lejana y la oportunidad de crear ZeClinics se presentó. “La mezcla de necesidad y oportunidad fue lo que me convenció que emprender era más atractivo e interesante que continuar como investigador académico,” revela. Desde entonces, hasta hoy, con una startup que se enfoca en dos áreas principales: ofrecer servicios y descubrir sus propios fármacos. “Nuestro objetivo a medio plazo es crecer y afianzarnos como líder global en servicios basados en pez cebra,” afirma Terriente.
La Similitud con los Humanos
La similitud biológica entre el pez cebra y los humanos es notable, con un 82% de las proteínas relacionadas con enfermedades humanas presentes en el pez. “Estas analogías nos permiten explotar al pez para entender los mecanismos biológicos alterados en nuestros procesos patológicos,” explica Javier Terriente.
“Además, desde un punto de vista fisiológico, el pez tiene un corazón que late, un cerebro que permite comportamientos complejos, y un sistema inmunológico que nos permite estudiar la respuesta a infecciones y cáncer.”