Ejercicio y su impacto en el intestino

Descubre el papel del movimiento en la salud digestiva

El intestino y su sistema nervioso independiente

El intestino alberga un sistema nervioso propio, conocido como el sistema nervioso entérico, que regula gran parte del proceso digestivo sin depender del cerebro. Durante décadas, los mecanismos que gobiernan esta autonomía han sido objeto de estudio. Recientemente, una investigación de Harvard Medical School y la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí identificó un factor clave en este proceso: la proteína PIEZO1.


Recomendado ↓


PIEZO1: la proteína que regula el movimiento intestinal

El estudio, publicado en la revista Cell, reveló que PIEZO1 actúa como un sensor de presión en el colon. Esta proteína responde a factores como el ejercicio físico y la inflamación, regulando el movimiento intestinal. Según los experimentos, correr activa PIEZO1 y acelera el tránsito intestinal, mientras que la inactividad reduce su respuesta. Estos hallazgos podrían conducir a nuevas terapias para tratar enfermedades crónicas del intestino.

Relación entre actividad física y motilidad intestinal

Los investigadores analizaron cómo diferentes niveles de actividad afectan a PIEZO1. Se comprobó que el ejercicio físico incrementa la motilidad intestinal, mientras que la falta de movimiento la disminuye. Esta información resulta crucial para pacientes con enfermedades como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

Posibles aplicaciones terapéuticas de PIEZO1

Los hallazgos sugieren que, en el futuro, PIEZO1 podría ser estimulado para tratar el estreñimiento o bloqueado para combatir la diarrea. Según Ruaidhrí Jackson, inmunólogo del Instituto Blavatnik en Harvard, este descubrimiento podría sentar las bases para una nueva generación de tratamientos destinados a mejorar la salud intestinal.

Ejercicio e inflamación: factores determinantes

El estudio también evaluó el impacto del ejercicio y la inflamación en el intestino. En experimentos con ratones, se observó que aquellos con genes Piezo1 funcionales evacuaban desechos intestinales más rápidamente tras solo 10 minutos de actividad física. En contraste, los ratones con el gen Piezo1 desactivado no mostraban este efecto.

Hacia nuevos tratamientos para la EII

En modelos experimentales de enfermedad inflamatoria intestinal, se descubrió que PIEZO1 desempeña un papel clave en la protección de la mucosa intestinal. Al activar esta proteína, se libera acetilcolina, una sustancia con efectos antiinflamatorios. Esto podría representar una alternativa más segura y efectiva a los tratamientos actuales, que suelen suprimir las proteínas inflamatorias y aumentar la vulnerabilidad a infecciones.


Por sí te lo perdiste ↓


Conclusión

El descubrimiento de PIEZO1 como regulador del tránsito intestinal y su respuesta al ejercicio podría revolucionar el tratamiento de diversas afecciones digestivas. Incorporar actividad física en la rutina diaria podría ser clave para mejorar la salud intestinal y prevenir trastornos crónicos.

SourceInfobae

Entradas Relacionadas