Consejos naturales y efectivos para calmar el dolor de muelas
El dolor de muelas es una molestia muy común que puede tener diversas causas, como caries, infecciones, fracturas o lesiones.
A veces, puede ser tan intenso que nos impide realizar nuestras actividades diarias con normalidad.
Si sufres de dolor de muelas, lo primero que debes hacer es consultar a tu dentista para que te examine y te indique el tratamiento más adecuado.
Sin embargo, mientras esperas tu cita, puedes recurrir a algunos remedios caseros y naturales que pueden ayudarte a aliviar el dolor y la inflamación.
En este artículo, te presentamos 5 remedios caseros y naturales para el dolor de muelas que puedes probar en casa.
Recuerda que estos remedios no sustituyen la atención profesional y que debes consultar con tu dentista antes de usarlos si estás embarazada, lactando o tienes alguna condición médica que pueda verse afectada por los ingredientes.
1. Enjuague de agua con sal
Uno de los remedios más sencillos y efectivos para el dolor de muelas es el enjuague de agua con sal.
La sal es un desinfectante natural que puede eliminar las bacterias que causan la infección y el dolor.
Además, la sal puede ayudar a aflojar los restos de comida que se quedan atrapados entre los dientes y a reducir la inflamación y las heridas bucales.
Para hacer un enjuague de agua con sal, solo necesitas mezclar media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y usar la solución como enjuague bucal.
Repite este proceso varias veces al día hasta que notes mejoría.
2. Enjuague con peróxido de hidrógeno
Otro enjuague bucal que puede aliviar el dolor de muelas es el de peróxido de hidrógeno.
El peróxido de hidrógeno es un agente antibacteriano y antiséptico que puede eliminar las bacterias dañinas que causan la placa dental y las caries.
Asimismo, el peróxido de hidrógeno puede reducir la inflamación y el sangrado de las encías.
Para hacer un enjuague con peróxido de hidrógeno, debes diluir una parte de peróxido de hidrógeno al 3% con dos partes de agua y usar la solución como enjuague bucal.
No tragues el líquido y escupe después de cada enjuague. Repite este proceso dos veces al día hasta que el dolor desaparezca.
3. Compresas frías para el dolor
Las compresas frías son otro remedio casero muy útil para el dolor de muelas, especialmente si este se debe a algún tipo de trauma o golpe.
Las compresas frías hacen que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que disminuye el dolor y la hinchazón.
Además, las compresas frías pueden adormecer la zona afectada y proporcionar un alivio temporal.
Para aplicar una compresa fría, envuelve una bolsa de hielo o un paquete de verduras congeladas en una toalla o un paño y colócala sobre la mejilla del lado del dolor durante 20 minutos.
Puedes repetir este proceso cada pocas horas hasta que el dolor se calme.
4. Saquitos de té de menta
Los saquitos de té de menta pueden ser otro remedio natural para el dolor de muelas, ya que la menta tiene propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antibacterianas.
La menta puede ayudar a entumecer el dolor, a aliviar las encías sensibles y a combatir las infecciones.
Para usar los saquitos de té de menta, deja enfriar un saquito usado en la nevera durante unos minutos y luego aplícalo sobre el diente dolorido.
También puedes usar un saquito nuevo y calentarlo ligeramente antes de colocarlo sobre la zona afectada.
Mantén el saquito sobre el diente durante unos 15 minutos o hasta que notes alivio.
5. Ajo para el dolor de muelas
El ajo es un alimento con múltiples beneficios para la salud, entre ellos, su capacidad para aliviar el dolor de muelas.
El ajo tiene propiedades antibióticas, antifúngicas y antivirales que pueden eliminar las bacterias que causan el dolor dental.
Además, el ajo puede actuar como un analgésico natural y reducir la inflamación.
Para usar el ajo como remedio para el dolor de muelas, machaca un diente de ajo hasta formar una pasta y aplícala sobre el diente afectado.
Si quieres, puedes añadir un poco de sal para potenciar el efecto.
Otra opción es masticar lentamente un diente de ajo fresco hasta que el jugo llegue al diente dolorido.
Recuerda que estos remedios no son una solución definitiva y que debes visitar a tu dentista lo antes posible para tratar la causa del dolor.