Una enfermedad cutánea que afecta a millones de personas
¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea que se caracteriza por la aparición de enrojecimiento, inflamación y picazón en la piel.
Es uno de los tipos más comunes de eczema, una condición que engloba diferentes formas de inflamación en la piel.
La dermatitis atópica no se contagia y puede ser crónica, es decir, que dura mucho tiempo.
La dermatitis atópica suele afectar más a los bebés y a los niños, pero también puede presentarse en personas de cualquier edad.
Los síntomas pueden variar de leves a severos y pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo, aunque son más frecuentes en la parte interna de las rodillas y los codos, en el rostro, en las manos y en los pies.
¿Qué la causa?
La causa exacta de la dermatitis atópica se desconoce, pero se cree que tiene un componente genético.
Esto significa que algunas personas tienen una predisposición a desarrollar esta enfermedad por herencia familiar.
Además, existen otros factores que pueden influir en su aparición o empeoramiento, como:
- Las alergias a sustancias como el polvo, el moho, los animales o el polen.
- El uso de jabones o detergentes fuertes que irritan la piel.
- El estrés emocional o físico.
- Los cambios inmunológicos, como los resfriados o las gripes.
- La sequedad o irritación de la piel por el clima o el sudor.
- El contacto con sustancias químicas o irritantes.
Estos factores pueden alterar la barrera protectora de la piel, que normalmente nos defiende de los agentes externos que pueden causar inflamación o infección.
Cuando la piel está dañada, pierde humedad y se vuelve más sensible a los alérgenos y a los irritantes, lo que desencadena los síntomas de la dermatitis atópica.
¿Cómo se manifiesta la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica se manifiesta principalmente por una picazón intensa que puede interferir con el sueño y la calidad de vida.
Además, la piel se vuelve seca, roja y hinchada, y puede presentar manchas, protuberancias, costras o grietas.
Estos signos pueden variar según la persona, la edad y la zona afectada.
La dermatitis atópica suele aparecer por primera vez en la infancia, antes de los 5 años.
Sin embargo, puede persistir o reaparecer en la edad adulta.
Los síntomas suelen tener un curso fluctuante, con períodos de mejoría y de empeoramiento.
¿Cómo se trata la dermatitis atópica?
El tratamiento de la dermatitis atópica tiene como objetivo aliviar los síntomas, prevenir las complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Para ello, se recomienda:
- Hidratar la piel a diario con cremas o lociones específicas para pieles atópicas.
- Evitar los factores desencadenantes o agravantes que se hayan identificado.
- Usar productos suaves para la higiene personal y el lavado de la ropa.
- Aplicar medicamentos tópicos u orales según las indicaciones médicas. Estos pueden incluir corticoides, antihistamínicos, inmunomoduladores o antibióticos.
- Seguir hábitos saludables de alimentación, ejercicio y descanso.
- Buscar apoyo psicológico si se siente ansiedad o depresión por la enfermedad.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica que requiere un seguimiento médico regular y un cuidado constante de la piel.
Si usted o alguien cercano padece esta condición, no dude en consultar a su médico o a su dermatólogo para recibir el tratamiento adecuado y mejorar su bienestar.