¿Cómo afecta el colesterol a la demencia?

Un estudio revela la relación entre los niveles de colesterol y el riesgo de demencia

¿Qué es la demencia y el colesterol?

La demencia es un síndrome que se caracteriza por el deterioro de la función cognitiva, es decir, la capacidad para procesar el pensamiento.

Afecta la memoria, el pensamiento, orientación, comprensión, cálculo, aprendizaje, lenguaje y juicio.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay unos 50 millones de personas con demencia en el mundo y cada año se registran unos 10 millones de nuevos casos.

El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en cada célula del cuerpo y que cumple funciones importantes, como producir hormonas, vitaminas D y sustancias que ayudan a la digestión.

Sin embargo, tener demasiado o muy poco colesterol en la sangre puede ser perjudicial para la salud.

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Existen dos tipos principales de colesterol: el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), o colesterol “malo”, que se acumula en las paredes de las arterias y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares; y el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), o colesterol “bueno”, que ayuda a eliminar el exceso de colesterol del organismo y protege contra las enfermedades cardiovasculares.

¿Qué encontró el estudio sobre el colesterol y la demencia?

Un nuevo estudio publicado en la revista médica de la Academia Americana de Neurología ha encontrado que tener niveles altos o bajos de colesterol HDL está relacionado con un pequeño aumento del riesgo de demencia en adultos mayores.

El estudio no prueba que los niveles altos o bajos de colesterol HDL causen demencia, sino que sólo muestra una asociación.

Los investigadores analizaron los datos de 184 mil 367 personas del Plan de Salud Kaiser Permanente del Norte de California, con una media de 70 años, que no tenían demencia al inicio del estudio.

Los participantes llenaron una encuesta sobre su comportamiento en materia de salud y se les midió el nivel de colesterol durante las visitas rutinarias de atención sanitaria una media de 2,5 veces en los dos años siguientes.

Después, se les realizó un seguimiento dentro del sistema sanitario de Kaiser a través de historiales médicos electrónicos durante una media de nueve años.

Durante ese tiempo, 25 mil 214 personas desarrollaron demencia.

Los resultados mostraron que las personas con los niveles más altos de colesterol HDL tenían una tasa de demencia un 15% mayor que las del grupo intermedio.

Los que tenían los niveles más bajos presentaban un 7% más de demencia que los del grupo intermedio.

Los estudios anteriores sobre este tema no han sido concluyentes y este estudio es especialmente informativo debido al gran número de participantes y al largo seguimiento. Esta información nos permitió estudiar los vínculos con la demencia en toda la gama de niveles de colesterol y lograr estimaciones precisas incluso para personas con niveles de colesterol bastante altos o bastante bajos”, dijo Maria Glymour, autora del estudio.

¿Qué implicaciones tiene este hallazgo?

El estudio sugiere que mantener un nivel óptimo de colesterol HDL podría ser beneficioso para prevenir o retrasar la aparición de la demencia.

Sin embargo, los investigadores advierten que se necesitan más estudios para confirmar esta hipótesis y entender los mecanismos biológicos que explican esta relación.

El aumento del riesgo de demencia tanto con niveles altos como bajos de colesterol HDL fue inesperado, pero estos aumentos son pequeños y su importancia clínica es incierta. No sabemos si modificar los niveles de colesterol HDL podría afectar al riesgo de demencia. Es posible que haya otros factores que influyan tanto en los niveles de colesterol HDL como en el riesgo de demencia”, concluyó Glymour.

Por lo tanto, es importante consultar con un médico antes de tomar cualquier decisión sobre el tratamiento del colesterol.

Además, se recomienda seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, evitar fumar y controlar otros factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes y la obesidad.

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