El error de tomar zumo de naranja

¿Natural siempre significa saludable?

¿Por qué tomar zumo de naranja no es tan buena idea?

Cada mañana, millones de personas comienzan su día con un vaso de zumo de naranja, creyendo que están haciendo una elección saludable. Sin embargo, este hábito tan extendido ha sido cuestionado recientemente por la doctora Sara Marín Berbell, quien advirtió en redes sociales sobre los efectos reales de esta práctica aparentemente inocente.


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La fibra, el gran ausente en el zumo

Según explicó la doctora Marín en un vídeo que se ha vuelto viral, cuando una fruta como la naranja se exprime, se pierde gran parte de su fibra, que queda atrapada en la pulpa. Esto convierte al zumo en un líquido que, aunque natural, actúa como azúcar libre en el cuerpo.

Al no contar con la fibra que acompaña a la fruta entera, el azúcar es absorbido rápidamente en el torrente sanguíneo, provocando picos de glucosa que pueden afectar negativamente a largo plazo, sobre todo si se consume en ayunas y con frecuencia.

La metáfora del coche: azúcar con o sin freno

Para ilustrar su punto, la doctora usó una analogía llamativa: «No es lo mismo conducir a 200 km/h con freno y cinturón que sin ellos». Así comparó el azúcar contenido en un plátano —con su fibra intacta— con el azúcar presente en un zumo de naranja o incluso en dulces procesados.

En una sencilla demostración visual, mostró cómo al añadir rodajas de plátano a un vaso con agua (como metáfora de la sangre), el líquido se mantenía estable. En cambio, al disolver dulces, el agua cambiaba de inmediato, simbolizando una liberación repentina de azúcar en el organismo.

El zumo de naranja, una bebida mal entendida

Aunque se asuma que algo natural es automáticamente beneficioso, este análisis muestra que no siempre es así. El zumo de naranja, aunque sin azúcares añadidos, puede tener un impacto metabólico similar al de una bebida azucarada cuando no se consume con moderación ni acompañado de fibra.

Alternativas más saludables para el desayuno

La doctora Marín no sugiere eliminar el zumo de naranja por completo, sino repensar cómo lo consumimos. Algunas opciones más equilibradas pueden ser:

  • Gajos de naranja con yogur natural y avena
  • Pan integral con aguacate y huevo
  • Batidos con fruta entera y vegetales, sin colar

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Información para una mejor elección

La advertencia de la doctora Marín ha sido vista como un llamado a la conciencia nutricional. En un contexto donde los trastornos asociados al azúcar están en aumento, entender cómo actúan los alimentos en nuestro cuerpo resulta esencial. No se trata de evitar la naranja, sino de aprovecharla mejor: con su fibra incluida.

SourceDeia

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